Yo jugué badminton de alto rendimiento

Yo jugué badminton de alto rendimiento
Por:
Alberto Guadarrama.

Amigos aficionados al fútbol, en México ya no se acepta la nula eficacia, en nuestra patria es intolerante la mediocridad en materia futbolística, si tenemos un pueblo de más de 100 millones paralizado en torno a un balón, una industria mediática entre las cinco más adineradas del mundo en pos de cubrir el Mundial, grandes empresas transnacionales apostando en patrocinios futboleros, por ello atorarse nuevamente en Octavos de Final es un fracaso. La actitud de los mexicanos se rescata pero no es un atenuante, el planteamiento inicial de LaVolpe se aplaude pero no justifica la derrota, la dinámica de Andrés Guardado fue sensacional pero no tan mágica como la pincelada de Maxi Rodríguez, las llegadas de Borguetti fueron constantes pero la de Crespo fue letal. Y es que ya jugamos bonito ante Bulgaria, Alemania y Argentina, ese libreto ya me lo sé. Ahora no necesitamos un guión magistral ni una obra de arte, es imperativo dar vueltas de tuerca e improvisar en el camino. México jugo mejor que Italia, Inglaterra y Argentina en esta ronda de Octavos, pero ellos pasaron y nosotros no, porque ellos tienen una historia de éxitos y nosotros de fracasos, a mí ya no me convence el discurso del buen esfuerzo, sólo el del triunfo.

Yo jugué badminton de alto rendimiento y nunca gané un torneo importante, siempre me quedaba a la orilla de los mejores, porque la selección natural también se aplica al ser humano en el deporte, cuando me tocaba jugar un tercer y definitivo set con los campeones siempre lo perdía, cuando lo disputaba con un jugador de menor categoría, siempre ganaba el partido decisivo. ¿Por qué en los momentos cruciales el más grande sale avante y el pequeño se queda con la satisfacción de haber asustado al mejor? ¿Por qué Argentina ganó con un golazo? ¿Por qué Italia ganó en el ultimo segundo?

Revirtamos la historia, aunque tengamos que esperar cuatro años más.