Sunday, June 25, 2006

La Otra Historia

Leipzig. Alemania.
Por:
Enrique Beas.

La parte teórica del juego de hace unos momentos me imagino que ya la escucharon. Incluso con comentarios de altura argentinos qué han de estar diciendo que sorprendimos los mexicanos, que le jugamos con bastante carácter a uno de los grandes favoritos para levantar la copa.

La parte deportiva pasa lo que todos mis colegas han recalcado, no hoy, ni mañana, sino hace 20 años. Curiosamente es donde radica la culpabilidad de todos. Desde los directivos corruptos que revenden boletos que les regala la FIFA hasta el mexicanismo que hoy ya está sufriendo por el resultado de su cruda espantosa económica que habrá que enfrentar, me imagino que hasta el aguinaldo de diciembre.

La parte mental queda intacta, lista para empezar a explotar el jubilo y el picoso sabor de boca que deja el juego epopéyico, en donde para variar, los heroicos aztecas dieron la cara para asustar a un grande, pero no para liquidar. En donde el cíclope fue el "Maxi", que al poner la mirada en el ángulo, ahí la colocó. Gracias a esto ya todos los creativos y comentaristas estarán listos de nuevo con la verde para exprimir de nuevo un proceso y vender ese lenguaje periodístico coherente de un verdadero análisis, para que las agencias de viajes y los niveles de audiencia queden intactos para seguir compitiendo entre Bianchi y Menotti. Batistuta y Valdano.

La parte mundialista nos dice que rescatamos el orgullo, que ganamos en afición, que fuimos un negocio rentable para los alemanes y que nos regresamos en la misma instancia donde siempre nos hemos regresado desde que consideramos nuestra nueva etapa: "el ya merito"... pero no el ya merito de ser campeones, sino de jugar sólo un quinto partido en un mundial. Ya que al ver esa parte de la historia, los alemanes siempre nos han esperado para impedirlo. México 86 y los penales, gracias por ser excelentes anfitriones (Aquí si fue el 5 to partido). En el 94, el equipo de Matheus nos esperaba, pero los búlgaros se adelantaron. En el 98, muy bien Lara, los ayudaste. En el 2002 se cruzo el gringo antes que ellos. Hoy los teutones por fin esperaban ese famoso duelo que hemos prometido que encararíamos contra ellos en ese escalón y ver el duelo de nuestra revancha perfecta ahora hasta el 2010.

La parte de la dirección técnica después de tantas promesas, sería estúpido que vuelvan a comprarle el discurso al ché entrenador que nos fumamos 4 años con una retórica, que hasta idiotas nos dijo para jugar y ganar este deporte.

Pero aquí es donde empieza la otra historia: Mi historia en Leipzig. Cada que me preguntaban de niño que es lo que quería ser de grande, ya tenía la certeza que jugador de fútbol jamás lo sería por mi semejante gordura. Pero el amor que le tengo a este deporte me decía que no tenía que separarme de él. Que tenía que hacer todo lo shekspirianamente posible en mi entrega para seguirle. Desde los 8 o 9 años nació mi vocación por esto. Heme aquí, pasaron 21 años de mi vida para vivir mi primer mundial, para venir a trabajarlo de manera independiente, y con la meta de aprender la experiencia con la que lloraba al escuchar el himno mexicano por la televisión o con la de aquél golazo de Blanco que me hiciera tan feliz, que las lágrimas no cesaran hasta el descalabro.

Estoy solo. Llevo un mes caminando solo, conociendo estadios solo, equipos, centro de medios, áreas de acreditación, bares, restaurantes, periodistas, aficionados, y todo solo. Con gafete no de la FIFA, pero sí del gobierno alemán. Impedimentos han sido demasiados, errores muchísimos, pero al final la tesis será grande y diferente. Una campaña innovadora se hizo en el universo de Ibero90.9radio (www.ibero909radio.com) y desde esa trinchera estoy aprendiendo que es duro ser periodista en un mundial. Junto con otras cosas igual independientes.

Se trabaja mucho, se buscan notas que a veces ya no te gustan al término del día. Los viajes para estar en todas las sedes son pesadísimos, pero hay algo más fuerte: separarme de mi afición por mi selección. Todos los mexicanos, todos, por más que nos vean como cangrejos, esperábamos el triunfo de la selección. Aquí en Leipzig, maduré un poco. Mi soledad a la salida del juego era más aguda que nunca. Sé que me faltan más de 3 semanas por acá y que ahora me siento más solo.

Nadie lo dice, pero al vivir con parte de los mexicanos que vienen de mochila, no les puedo explicar en materia de comunicación lo que me sabe la derrota. Varios están llorando, muchos beben (todo el tiempo lo hacen), otros se van a dormir temprano al parque o a la estación, otros se arrepienten de haber pagado tanto dinero. Esa otra historia es donde esta ese universo al que casi nadie le hace caso, al que todos se concentran en decir los mismo lugares comunes de la derrota mexicana en un mundial.

Nadie se acuerda de los otros mexicanos que debemos callar el sabor de la derrota una vez más...

tragarnos los mismos encabezados de los diarios deportivos...

ver las mismas editoriales de nuestros comunicadores con el mismo mensaje...

ver la televisión...

oír el radio y sentir lo mismo...

!Caray!

En mi soledad aprendí que en este oficio, el llanto, el llanto es cambiado por un breve silencio a solas. Para después darle el espacio al argentino que se agiganta más al seguirnos derrotando en casi todo, no sólo en fútbol, sino también en filosofía deportiva. !Qué solo me siento! Otra vez a dormir en el tren, que mañana veré de nuevo la fiesta inglesa en Stuttgart.

4 comments:

Anonymous said...

Eres un poeta del fútbol

Anonymous said...

Excellent, love it! » » »

Anonymous said...

Wonderful and informative web site. I used information from that site its great. »

Anonymous said...

Very nice site! stationery Online ultracet rx Angels and airways Hawaii small business life insurance