Thursday, June 15, 2006

Más crónicas de Beas

BERLIN. ALEMANIA.

Estoy ya a 18 días de convivir y beber con alemanes. Las cosas son borrosas aún. Me pregunto todos los días si ya podré dormir bien, el horario no es el problema. Adaptación tampoco creo que sea. Creo que es el mal del jamaicón. No estoy triste ni mucho menos, es mas, estoy viviendo de esas etapas en la vida que jamás se repiten, y no por no regresar a un Mundial como fanático o reportero independiente, sino por que creo que es el único que cubriré en plena aventura a la mexicana, sin hotel, sin dirección y con rumbos de cambios constantes.




En pleno fervor por el juego del famoso hombre, extraño a los colegas, amigos, familia y a mi hermosa novia. Pero extraño más el entablar una conversación que te conecte con alguien. Al parecer los mexicanos somos bastantes malinchistas y volubles. Más allá de que cuando gana la selección todos nos abrazamos y cantamos el cielito lindo y bebemos litros de tequila o el dizque tequila germano, de ahí nadie te platica de nada en serio. Sus trabajos son un misterio, sus amores son puras ilusiones, y su cordialidad la dejan para los extranjeros, o simplemente sólo con los que viajan. Y me pregunta entonces sería: ¿qué conociste de Alemania? No les miento, pero hay bastantes mexicanos que vienen a los tres juegos y solo beben cerveza, comen salchichas, se quejan de que no hay Valentina o La Costeña, y todas las noches creen que cenan tacos al pastor con el famoso donner kebaab (una como torta turca de carne de puerco o pollo con verdura y salsas), y otros traen sus frijolitos, chiles y tortillas para no resentir la resaca. En esos rumbos raros no extraño la cocina, ya que es toda una aventura probar de todo en cualquier parte prusiana en donde esté. Pero les decía que tengo algo raro al salir de mi país. Seguiré tratando de darme cuenta de qué es; a lo mejor es por que aquí las mujeres hacen pipí enfrente de mí, ya que la equidad de géneros es tan avanzada acá, que ya las mujeres no quieren ser madres.


Será a la mejor por qué el alemán sólo grita y canta cuando juega Alemania. De ahí se enojan de todo, y mira que en este verano a diferencia de otros se han unido a la frase, "Tierra entre amigos"... Mmmh será por que el hacer el programa a distancia me quita los detalles de lo que pasa... será que el haber entrado a mi primer partido me deja alborotado... será que al salir el sol blanco a las 5: 15 de la mañana hace ya calor y se mete hasta las 10: 20 de la noche. La verdad no sé, pero que raro es vivir un Mundial solo y a la mexicana.