Ingenio en Ruedas

Frankfurt. Alemania.
Por:
Enrique Beas.

Prometo que ya mañana hablaré de nuevo del plano deportivo como tal y entregaré mi análisis de los cuartos de final (qué feo es estar ya sin latinos). Pero antes una suceso inexplicable, y de nuevo un reconocimiento y un llamado de participación ciudadana. Camino Hamburgo a Frankfurt, en plena noche de viaje en tren y platicando con los colegas para aprender todo lo que me falta en mi primer Mundial, surge la historia más triste que he escuchado.

En pleno fervor por el duelo entre Argentina y México, sin boletos y desesperados por estar en el estadio de Leipzig, sale el chiste bajo de dos tipos que rentaron dos sillas de ruedas para acceder al juego. Aquí en Alemania la posibilidad de vivir con algunas discapacidades es fenomenal, no hay lástimas, ni malos tratos; así como mucho menos, tantas trabas que viven todos los días los miles de humanos con diferentes posibilidades para sobrevivir. Mismo apoyo fue mal aventajado por los burlones argentinos. Solamente que el golazo del "Maxi" les quito el aliento, provocando su festejo y levantándose de las sillas, a lo que las autoridades del recinto actuaron de inmediatamente. Qué tramposos, así se fueron de este Mundial los albicelestes.

Qué bárbaro, en fin, ojalá solo saquemos de esta historia una envidia que nos ponga a trabajar en favor de las personas que viven esta situación. Ya mañana tocaré el mal del latino, iré mejor a ver que pasa con mi México, ya que para la dura e histórica jornada deseo paz y democracia. Lo demás es un juego.