El Final. Por:
Enrique Beas.
A cerrar el libro que llevará por título: “El día que el fútbol perdió su identidad como espectáculo”. La historia ha dado la clase. Ahí, del recuerdo se hace la cátedra que dictará el máximo organismo deportivo y social como a una bella Italia campeona del mundo y tetracampeona en la hazaña.

Las marionetas tácticas de una nueva generación quedan marcadas por una ofensiva que ha gritado al mundo como indefensa, pobre de categoría y sólo memorial. Esa línea que dará en los años un recuerdo, para hoy hacer la reflexión que deja un cierre tan vibrante, pero también tan incierto en lo que la gente espera. Una mancha publicitaria que se ha comido al producto mismo. Y rompe los esquemas de juego.
Niveles de audiencia jamás alcanzados por cualquier deporte o acontecimiento en distintos sitios del globo terráqueo. Un mundial que en términos monetarios recupera, en primer plano, debido a la pronta fecha del diagnóstico, ocho veces más el dinero que entró a Alemania con respecto a lo invertido. Jamás había ocurrido.

La promesa de ser el mejor mundial fue pactada en su organización y en su cobertura mediática que rellenara tantos y tantos espacios en todo el mundo. Un pastel comercial tan jugoso, que abarcó el 40% del presupuesto mercadotécnico, dejando atrás en dos meses a las campañas políticas en México, por solo mencionar un ejemplo.
Los mexicanos y españoles se quedaron en el mismo lugar de siempre y con los mismos pretextos de siempre. Porque no dieron el paso que juraron y firmaron ante los medios y pusieron a sus aficiones en un espejo que opaco la realidad y vació las carteras de miles de compatriotas.

Los de siempre, hicieron lo de siempre. Brasil fue eliminado tan pronto, que bajaron las ventas en Latinoamérica al ver como los europeos repetían la dosis de 1934, 1966 y 1982, donde a partir de las semifinales se juega con puro europeo.
Los jugadores importantes, los grandes, esos que cambian la historia, fueron esperados toda la copa, entregando destellos solamente y dejando atrás las contiendas deportivas tan electrizantes, que hoy sigamos con el referente de Diego Maradona y Pelé.

El mejor mago de los restos quedados, cometió una pifia que será difícil de borrar para su gran carrera y tristemente será uno de los episodios que marcaran este mundial. Lo negativo que fue el final del grande de la era. Zidane se va por la puerta de atrás, cuando tuvo todo para irse en los hombros de toda una civilización futbolera.

Fue el mundial con el promedio de goles más bajo. El goleador que se va con solo 5 dianas, siendo también un mal registro. El anfitrión se quedo con el tercer lugar y su fiesta fue más grande que la de los propios italianos, ya que su festejo el mismo día de la final, marcaban una agenda social, para que lo más importante para los alemanes fuera Shakira y que su entrenador Klins se quede.
La espera será de nuevo tan larga en el tiempo y tan corta por las marcas, que el siguiente campeonato ya tiene bastantes dudas por la excelente, perfecta organización y logística alemana. Sin duda lo mejor.

Podolski fue el novato del torneo, debido a falta de ellos y no de novatos, sino de jugadores que intentaran hacer algo distinto con la bola. Recordaremos los penales, por que la final es la segunda vez que se define desde los once pasos. De nuevo los italianos en esa circunstancia, pero hoy ganaron. Van a regresar a casa y a dar la cara de los malos tratos que ha tenido su liga. Las preocupaciones comenzarán a darse al ver a tanto jugador estrella y tan bien pagado, malbaratando su trabajo y tratando de ser colocados en algún equipo importante.
La seguridad fue de lo mejor, nunca ninguna bronca o problema se hizo presente en las 12 sedes de los estadios. Lo de los boletos fue tan falso, como verdadera su jugosa reventa tan permitida y asociada a la FIFA. Tan cruel y sincero las negociaciones de diferentes directivos o hijos de ellos en la cortina millonaria de un cambio de boleto membreteado, por una buena cantidad de euros.

Hablando de la selección y sus directivos, habrá que esperar la junta de los dueños para conocer el futuro, donde se rumora que estará a cargo del señor Cañedo, ya casi garantizado. Familia que ha dado réditos al fútbol nacional, que hasta de no estar preparada Brasil para el 2014, México sería un candidato tan fuerte, que alimentaría a las sedes para cubrir magno y jugoso evento por tercera ocasión.
Se acabo la copa, se fue la fiesta y con ellos un sin fin de emociones veraniegas que nos ponen de nuevo en la rutina, en la espera de los fines de semana. Pensando en tratar de olvidar lo más pronto posible varios mal sabores. Las soluciones en la mesa serán varias para esta cruda mundialista. Como seguir festejando a Federer, o como ver el enorme berrinche de mal perdedor del peje.

Hoy cerramos la página del Mundial, en donde seguimos buscando nombre al título, ya que para diversas opiniones, sólo agradecemos a La Barra Alemana y a su equipo de producción el haber intentado una cobertura distinta, que el color de un mundial deportivo gris, parezca que nos ha regalado la mejor anécdota. Hoy no queremos ser los triunfadores que escriban la historia, seremos los ganadores que compartan los recuerdos, las editoriales, los años y la música, en una misma frecuencia. Gracias a Daniel Sametz, que fue el responsable de que el blog siempre quedará a la altura de las circunstancias. Y gracias a Beto Guadarrama, Sara Herrera y Manuel Venegas, que fueron los responsables del proyecto. Felicidades y ya muero de ganas ver nuestros avances y madurez para China 2008. Chose.